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EL ABRAZO DEL MOHAN

EL ABRAZO DEL MOHAN
el abrazo de El Mohán

lunes, 14 de abril de 2008

LA HISTORIA EDUCATIVA DEL MOHÁN

LAS POSIBILIDADES PERMANENTES
Jaime Daniel Bernal González
marysiobhan@coldecon.net.co
carambajaime@quepasa.com



“¿Cómo va la noche? En lucha con el día, mitad por mitad”. Macbeth (Shakespeare)

Responde este epígrafe inglés a la impresión que hoy surge que las consecuencias de las tendencias de crecimiento, que se apoyan recíprocamente, en cada una de las dimensiones de la acción humana, ya no pueden ser dirigidas hacia fuera o hacia delante, sino que ellas, desde los límites de un sistema finito, se vuelven contra mujeres y hombres. Por ello, entender y actuar son las condiciones previas para llegar a una comprensión de la cotidianidad y también de su transformalidad. Así, nuestra acción amenaza, paradójicamente, con hacerse autodestructiva. El sistema económico, cuyo objetivo debería ser asegurar la satisfacción de las necesidades básicas, pone en peligro las mismas bases de la vida. El sistema político-administrativo, que ha de garantizar la convivencia pacífica, ya no es capaz de dominar los mecanismos para el incremento del poder, y, ya hoy, sólo sabe responder con amenazas a las amenazas del aniquilamiento, amenazas cuya última consecuencia sería la autodestrucción. A su vez, el sistema socio-cultural, que con la difusión de la comunicación debería hacer posible una mayor autodeterminación, amenaza con llevar a un aislamiento todavía mayor al individuo y a producir en él una conciencia fragmentada, donde la educación sola no es capaz de lograr la transformación y se ve absorbida por los intereses del capital y de su política. Quizá siempre haya sido así, pero algo habrá que hacer. Y ese algo comienza por reconocernos sujetos de historia. Veamos entonces el genograma educativo familiar y sus posibilidades, teniendo como hijo conductor a mi padre (1929-2006).

Dice mi madre: “.. Cuando llegué al Tolima, era el 28 noviembre de 1959, no sentí mucho gusto, estaba fuera de mi tierra, además lo más duro fue el ver tantos muertos. Fue muy duro, lo único que veía en los caminos eran muertos, sin cabeza, sin piernas…y su papá decía que era culpa de la violencia. Quería volver a mi casa en la costa, pero ya estaba viviendo con su papá”

El Jefe (qepd), había nacido en San Jerónimo, tierra fría del Tolima, cerca a Casabianca, su vida familiar fue interesante, puesto que su familia estaba emparentada por lado y lado, dos hermanos casados con dos hermanas. Ellas del Tolima, ellos de Cundinamarca. Sus abuelos, como los viejos nacidos a finales del Siglo XIX: duros, severos, de misa dominguera, puro trabajo y de diversión “chirrinche” y sexo casero. La vida rural era la máxima expresión de progreso: fincas, ganado, cerdos, gallinas, bestias, trapiche y café. La vida entre el amanecer y el atardecer era trabajo. La idea de ir a la escuela no sonaba. Ninguno de ellos había pasado por la escuela del pueblo. No lo necesitaban. Los negocios eran de palabra y lo del dinero se conocía por su denominación sin saber de números. Los hijos debían aprender lo básico de la escuela: leer y las cuatro operaciones.

Sus padres (Felipe y Carmen) no estaban distantes de sus abuelos, seguían la misma línea: religión, limpieza y trabajo, solidaridad y apoyo a los demás, seriedad y poca diversión, escuela y trabajo para los niños, casa y cocina para las niñas.

Felipe sabia leer y las operaciones. Carmen no. La manera de leer era curiosa: se quitaba el sombrero, se acuclillaba y leía sus libros de historia, religión y novelas. Al irse la luz del sol cerraba su libro, buscaba su sombrero y a la cocina, de ésta a la cama. Sus cuatro hijos y única hija fueron a la escuela, a lo que había, hasta tercero de primaria. Un salón grande dividido. Un solo libro de aprendizaje educativo y un sólo catecismo: el de la iglesia católica. Un profesor para todos los cursos. Serio, riguroso, autoritario, con regla en mano y con toda la autoridad para castigar hasta la sangre. Arrodillados en granos de maíz, en piedritas, con azotes de regla o de vara. Los estudiantes impávidos ante la autoridad y el castigo, apasionados ante la diversión del recreo y del campo.

El Jefe, el mayor, vino al mundo en la casa y en casa de campo. Sufrió las aventuras de serlo: trabajo y responsabilidad de velar por sus hermanos y hermana; fue a la escuela y al terror de su profesor, “Don Simón, un viejo alto, delgado, serio, reluciente y con la vara en la mano; si uno se equivocaba le daba con la vara por las corvas. Aprendí a leer con sangre y a escribir en pizarra y jiz. Todo era de memoria, todo el tiempo uno sentado y solamente hablaba cuando Don Simón lo permitía, no faltaban las cantaletas de portarse bien, de ir bien bañados y peinados y había reuniones con el cura, el director de la escuela, el de la policía y los papás para recitar las lecciones. Había cosas raras como que había que aprender matemáticas en la mañana y la historia por la tarde” Aprendió a leer y adquirió la costumbre de su padre: acuclillado y con el tiempo en la mecedora costeña.

La mecedora costeña fue hábito adquirido en sus correrías de juventud por Sahagún, Montería y Cereté. Junto a ella consiguió también su compañera, mujer vestida con la brisa del Sinú, los arrullos del acordeón y los sueños de la hamaca. Eran sus tiempos de trabajo en la construcción de carreteras. Por donde adquirió el habito de cargar libros en su maleta, sus famosas obras de Vargas Vila, los clásicos franceses en español que tenían los ingenieros y las primera obras de García Márquez, “Cien Años de Soledad me aburrió en la cuarta página, esa mierda era lo que uno vivía”. Y nunca la terminó.

Su compañera estaba en ciernes cuando se juntaron y viajaron a la Tierra Firme del Tolima. Su nueva parentela estaba como sus abuelos, sin saber de letras ni de números. Para el costeño eso no existía sino en el interior del país. Sin embargo ella había terminado su primaria. “estudiar era muy difícil, en el pueblo había una maestra la ´Niña Mayo´, nos enseñaba cosas para la casa y como cuidar a los niños y ayudar a la gente. En esa época no había uniformes, cuadernos teníamos unos grandes. Los domingos venía un cura para la misa y después a fiesta de fandangos y porros, había uno famoso: María Varilla”.

La génesis de su familia estuvo entre la migración a la capital del país, a mediados de los sesenta, y el deseo constante de volver al Tolima, en el año 1973. La nueva vida se genera a partir de sus nuevos conocimientos prácticos (mecánica) y el deseo que sus hijos “sean algo en la vida”, por tanto había que saber algo más que letras y números. Por la paternidad se avanzó hasta la primaria rigurosa, disciplinada y marcada por la religiosidad de la época. La línea maternal desembocó en unos hasta tercero de primaria, otros hasta quinto y otros ni “aprendieron a firmarse”. Sin embargo en el nuevo núcleo familiar hay bachillerato, técnico y profesional universitario.

La familia se crió entre lo práctico del tolimense (“hay que trabajar para comer y estudiar para ser alguien en la vida”) y lo epicúreo de lo costeño (“cada día trae su propio afán”) que luego se aclimató entre los cambios sociales del país y el deseo de tener las necesidades básicas satisfechas y construir cada uno sus propios horizontes teniendo como referente que es posible una situación mejor que la de los viejos y que es responsabilidad del individuo exigirla y del Estado erigirla.

Solamente para dejar planteado como ejercicio, igualmente se hizo el genograma educativo por el otro componente familiar: la esposa, que es de nacionalidad inglesa. La comparación resulta atrayente de análisis, en línea hasta sus bisabuelos todos sabían leer y escribir y contaban con una profesión, hasta la última generación donde hay técnico, maestría y doctorado. Será otro momento.

Como es un estudio a partir de la familia planteo que: una familia con educación tiene mayores posibilidades de transformación de la realidad y de realización como sujetos de derechos y deberes.

Dice Xavier Zubiri, (Zubiri, citado por Marquínez Argote, 1995) “el hombre actual tiene las mismas potencias psico-orgánicas que el hombre de Cromagnon… éste carecía de posibilidades que nosotros tenemos… Tener o no tener posibilidades o es lo mismo que tener o no tener potencias y facultades. Con las mismas potencias y facultades, el hombre en el curso de su propia biografía, y en el curso de la historia, puede poseer posibilidades muy distintas”.

En el análisis del genograma educativo familiar pueden deducirse varios aspectos: Los procesos educativos estaban encadenados a la religiosidad y a la búsqueda de la salvación; todo estaba centralizado y como dice el refrán inglés: “Lo que quieras en el Estado ponlo en la escuela”, era la imposición desde Bogotá; La educación pasaba a ser patrimonio de los niños y la cocina de las niñas; la costa norte históricamente parece que ha tenido el problema de la educación; y, a mayor estudio en la familia mayores posibilidades de desarrollo y participación.

De donde el hombre y la mujer encuentran sus posibilidades a partir de las innegables propiedades que las cosas reales tienen. Y esto por que le han otorgado un sentido a la realidad que viven y les circunda. Entendiendo aquí como posibilidades el proceso de transformación de los infinitos posibles que ofrece la realidad en posibilidades concretas (Marquínez Argote, 1995). Solamente en la medida que se puede transformar la realidad, un primer paso es a través de la educación, puede pensarse en transformar la sociedad, que es parte de la realidad circundante. Eso es lo que a lo largo de la historia familiar se ha intentado: transformar la realidad familiar y comunitaria para llegar a transformar la sociedad. En el transcurrir histórico del proceso educativo se vislumbra que es posible, no únicamente como resultado de los actos sino como inserción en los procesos sociales, algo que convierte a cada mujer y hombre en algo así como al decir de Leibniz, en Un petit Dieu.

Así entonces, la situación de las mujeres y hombres, que forman familias, que forman comunidades, que forman la nación, debe estar determinada por la educación para entender que la violencia, tanto urbana como rural, ha desembocado en neo-urbanización y neo-colonización aluvional y periférica como herencia y resultado de largos procesos sociales en que los ancestros han estado como víctimas. Se debe comprender entonces que ello ha llevado al desborde de la capacidad tanto del Estado como de su economía; viéndose reflejado en el desempleo, en el crecimiento económico, en las protestas cívicas, en las marchas, en la descomposición y recomposición del tejido social, en la convivencia, en la construcción de nuevas identidades, en los narcocultivos, en la narcopolítica, en la desconcentración del monopolio de las armas y en los actores armados. Desembocando en una insatisfacción general. Invitando así a salir de la simple ausencia de violencia directa y la guerra y los conflictos sociales y armados para entrar a la superación de las violencias estructurales, que generan múltiples exclusiones y que atentan contra la posibilidad de una vida digna con justicia social, derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, con desarrollo sostenible y una acción civil organizada.

Hoy sabemos, en la génesis del siglo XXI, que es posible sustituir la organización individualista de la asociación de clases articuladas colectivamente por una organización de aprendizaje comunicativa y cooperativa. Pero será bueno, en un tiempo de fuertes rupturas y cambios, hacer reflexiones con fuerza, sobre si es suficiente con procurar, a nuestros jóvenes estudiantes e integrantes de comunidades, los procesos en grupos para que puedan aprender en libertad o si, por el contrario, no tenemos que preguntar hoy ya más hasta qué punto el aprender en grupos significa también un aprender libertad, el uso justo de la libertad y de la participación activa, protagónica e incluyente.

Finalmente, al comprender las dinámicas sociales como fruto de la historia es factible de que las posibilidades sean más ciertas en este mundo, mundo que ya no es “ancho y ajeno”, sino mundial y con propietarios.

Referencia
Marquínez, Argote, Germán. (1995). Realidad y Posibilidad. Fundamentos de Ética y Educación, 122.

miércoles, 9 de abril de 2008

LA HISTORIA DEL HOMBRE AL QUE ORINO LA PERRA CLÍO



LA HISTORIA DEL HOMBRE AL QUE ORINO LA PERRA CLÍO


Todo inició con la “Caída de la Plataforma”, causal imperativa de abandonar la imagen por la palabra. ¿Acaso ese sea uno de los problemas de la sociedad del conocimiento?. Pues, si existe. Me pregunto si la denominada historia debe ser lineal, espiral o tal vez como el interruptus, o quizá a saltos? Vaya usted a saber cual es el deseo del dueño del curso o al final el de la Maestría, sin embargo, arriesgando no morir en el intento, bien vale iniciar de adelante hacia atrás.

Es sábado 17 de febrero, la tarde ya cae, y a esta hora escucha a Eskorbuto que cantan en su punk anárquico: “El partido que gobierna este país, y toda su oposición parlamentaria, las patronales, los sindicatos, todos contribuyen a nuestro deceso. Es un crimen, es un crimen, es un crimen, cuanto plomo malgastado, en cuerpos innecesarios, es un crimen, cuanto plomo malgastado, es un crimen… en cuerpos innecesarios. Desde sus poltronas prometieron solución para todos los problemas de esta nación. Paro, miseria, humillación es lo que obtuvimos sólo una casualidad podrá desatar una reacción, es un crimen…”.

Toca su batería. En media hora pasará al bajo y seguro que terminará con acordes de su guitarra eléctrica. Conozco sus tiempos. Él es un volcán de ideas, un laberinto de intuiciones, un piélago de emociones entre la infancia y la adolescencia. Tiene 12 años, que van desde sus descargas del punk clásico al jazz, de la percusión eufórica al sonido libertario de la guitarra o del bajo. De la anarquía al abrazo suave y amoroso de su madre. De los dibujos coloridos llenos del amarillo Van Gogh al verde suave de las montañas que nos rodean en Tierra Firme. De la complacencia interminable de la naturaleza al bullicioso mundo de la tecnología. De los deportes extremos a la placidez de la lectura. Del “ya voy “ al fucking…Se llama Gabriel, concebido en el diciembre del año 94 y nacido en el septiembre del 95.

A ella la llamo el Sol de la Mañana, y su nombre significa algo así como la primera mujer. A sus nueve años toca el violín, y su voz y la ternura de sus abrazos son el pan de la presencia, su sonrisa siempre abierta una invitación a la ternura. Es la solidaridad, es la siempre atenta a las causas de las niñas y niños, es la dispuesta a dar a los demás. Es la maravilla que encarna aquello de “mis hombros son un par de maracas…..” y sus pies poesía pura en la danza. Es la pequeña que sabe que siempre hay necesidad de abrazos y besos. Siempre hay que darlos, pero siempre hay que pedirlos. Se llama Aoife Itziar y nueve años lleva.

Con ellos puedo sentirme satisfecho: les gusta la lectura, les gusta viajar, les gusta el olor de la comida, el placer de compartirla y la charla fluida e inteligente y nunca aceptan un porque si por respuesta.

Siobhan, su madre, es la brisa suave de la mañana, brisa que hace muchos años me acompaña, juntos desde 1988, ha sido un tiempo bueno, generoso, cálido, lleno de ternura y que como canta el poema del portugués Gomes Ferreira, ella es:

” Una Mujer de carne azul,
sembradora de lunas y de trances,
ha atravesado el cristal
y ha venido, voladora,
a sentarse en mi regazo
en la desnudez reclinada
de un desden de espejos.
¡Pero qué bien¡ Nadie sospecha
que llevo una mujer desnuda en las rodillas”


Ha sido la ambrosía, ha sido la sabiduría de mujer, su sabiduría de estudiosa de Shakespeare, su sabiduría de mujer solidaria y generosa con otros mundos. A su lado Inglaterra, Gales, Irlanda, Francia, Alemania, Holanda, España, Honduras, Panamá, han sido lugares plácidos de conocimiento, de gente diversa, de ideas nuevas, de viajes sin horas y no falto en ocasiones de preocupaciones.

Con ella contemplé la maravilla de la obra de Vincent van Gogh sus Girasoles, en un día maravilloso del verano inglés en la galería nacional, con ella recorrimos en un invierno el Museo Británico y toda la historia que guarda. Aún lo seguimos haciendo. Con ella también contemplé la gran parada gay de Londres, con ella terminé de eliminar mis perjuicios hacia los homosexuales y lesbianas, con ella aprendí a reconocer a los activos y pasivos y brindar el beso suave en el saludo.

Con ella conocí al irlandés premio Nóbel de Paz John Hume, con quien canté, baile y bebí. Con ella me hice irlandés.

Con ella leo revistas de atrás hacia delante para no sentir la nostalgia de haberlas terminado sino de haberlas comenzado, con ella discutimos el Malpensante, la izquierda CEPA, la Semana, el Cambio, Cromos, Times, The Economist, Espectador y todas las que podamos leer en las tardes de fin de semana al sabor suave de su té o del vaso con hielo, limón y bañado todo con ron.

Con ella las mañanas son de noticias de Tiempo, Nuevo Día, Siete Días y la ridícula lectura de Portafolio que nunca me muestra las inversiones que no tengo ni tendré, pero que en meses anteriores dedicó una página a nuestro trabajo. Con ella reímos de las barbaridades de las viejas Tola Y Maruja de El Espectador.

Ellos son mi razón de ser.

El encontrarme cada año con el bullicio de las ideas europeas es un aliciente para seguir con el trabajo diario que hacemos en Colombia. Es creer que todavía tenemos razón de ser en esta historia nuestra con un futuro posible y cierto y “tengamos una segunda oportunidad sobre la tierra”. Siempre recuerdo la frase de mi amigo el profesor Bernd L. “Estamos educando el futuro de Alemania, pero lo estamos haciendo en el presente”. Y yo digo estamos trabajando en el presente para gozar de la paz en el futuro.

Eso es lo que hago en Concern Universal-Colombia, ayudar a construir un país más pacífico, más justo y más humano, más democrático, más social y más de derechos. No ha sido fácil. Pero insistimos.

He bebido en las aguas negras de la social-democracia, he nadado en los discursos marxistas de los setenta y ochenta, he buceado en las aguas impetuosas del “sancocho nacional”, he descansado en las playas de Shakespeare, Joyce, Goethe, Cervantes, Neruda, Mutis, García Márquez, Ospina, en los griegos e italianos, en los poetas latinos, en las nuevas generaciones de Mackondo, pero también en la poesía erótica de la historia. He acompañado sus versos al calor del ron, del chirrinche, de la salsa, el reggae jamaiquino, de la nueva trova cubana, de la perenne música clásica, de las voces libertarias del jazz, de la siempre presente canción social, del rock y del punk y de la música del pedazo de acordeón del negro grande de mi tierra natal, Alejo Durán. Por ello no me preocupa si es sociedad del conocimiento o sociedad de la información. Con lo que tengo, con lo que leo, con lo que vivo, con lo que disfruto y viajo me basta para saber que necesitamos un mundo más humano.

Libros, música y amigos son mi capital. Es el único capital que acumulo y por el cual no pago impuestos.



Ahora suena 13 Etados:

“El siglo xxi me huele a mierda,
lo que el ser humano ha creado con su puta cabeza,
tanta basura plástica, tanta contaminación, viviendo en la época de la destrucción, viviendo en la ruina, sucia y oscura realidad, rutina depresiva, los muertos serán más, viviendo cada día sucia y oscura realidad y época fría de destrucción.
Cacería humana trascurre tu extinción
Sucia y fría época de guerra y destrucción.
Gritando están los muertos anhelando su salida
Los criminales sueltos se gozan su justicia”

No puede quejarme de la existencia, pero si reflexionarla en los tiempos de muerte, a ella que debería ser objeto de saber, objeto de risa, se nos ha mostrado como objeto de miedo, ella ha llegado silenciosa pero efectiva, ella llegó en su tiempo a la vida de mi hermano en 1975, ella llegó a mi papá en el 2006, llegó a él cuando estaba a diez mil kilómetros y doce horas para pensar en su vida y nuestra relación. No murió un hombre, murieron cien hombres. Ella llegó en 1985, con muchos muertos.

Caminé por los laberínticos vacíos de la religión en búsqueda de cambios y compromisos con los más pobres, trabajé con los indígenas ecuatorianos y bolivianos, con los campesinos en Antioquia, Caldas y Tolima y afroamericanos en la siempre ardiente Buenaventura. He ido y venido por la amplia geografía de este país. He ido y venido por la amplia geografía de este mundo. Y he comprendido que es ancho pero no ajeno.

Mis ideales libertarios se han visto oscurecidos en ocasiones, una de ella, bajo la obcecada ignorancia de Turbay. Época de estudiante, época de mítines, y de izquierda leída, discutida y luchada, época de persecución y de pérdida.

Paso por el corazón, los tiempos de cauchera y guayabitas, de tardes de río y sancocho de pescado, desde esas épocas tengo el placer de cocinar. Recuerdo los viajes del Tolima a la Costa envuelto en el poncho de mi papá o en los brazos de mi madre. Pero también las imposibles curvas de Mariquita a Fresno.

Quedan vagos en el recuerdo los dulces de semana santa que se compartían en Planeta Rica, Córdoba. Queda vago en el recuerdo si era verdad lo que dice el poeta loco y maravilloso Gómez Jattin:



“Te quiero burrita
Porque no hablas
ni te quejas
ni pides plata
ni lloras
ni me quitas un lugar
en la hamaca
ni te enterneces
ni suspiras cuando vengo
ni te frunces
ni me agarras
Te quiero
ahí sola
como yo
sin pretender estar conmigo
compartiendo tu crica
con mis amigos
sin hacerme quedar mal con ellos
y sin pedirme un beso”



Finalmente con Serrat: Reivindico: valores como la libertad y la democracia como algo único, pues no hay libertad sin justicia, ni justicia sin libertad. Reivindico: la justicia y la libertad, porque reivindico la vida. Reivindico: a la humanidad en su sentido más amplio. Reivindico: a los humanos y a la naturaleza, que nos acoge y de la que formamos parte. Reivindico: el realismo de soñar en un futuro donde la vida sea mejor y las relaciones más justas, más ricas y positivas, y siempre en paz. Y sobre todo, como un derecho que todo lo condiciona, reivindico el conocimiento como pilar fundamental que nos sustenta y que nos caracteriza positivamente como especie.



Jaime Daniel Bernal González. Código 094550082007
Curso Sociedad del Conocimiento
Maestría 2ª Cohorte.
01 Marzo 2008

HASTA SIEMPRE COMANDANTE

EL SALMÓN

1 MAYO: LA LUCHA SIGUE

Visitando a João Pessoa