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EL ABRAZO DEL MOHAN

EL ABRAZO DEL MOHAN
el abrazo de El Mohán

domingo, 9 de noviembre de 2008

ESTRUCTURAS TEXTUALES Y ARGUMENTATIVAS

SOBRE ESTRUCTURAS TEXTUALES Y ARGUMENTATIVAS[1]



Expresaba en el escrito
anterior, Entre Itzam Ná[2] y Oghma[3], que la conciencia de que estaba escribiendo afloró cuando se llegó a la adolescencia y en ella todos los efluvios del corazón…Y, al final del bachillerato, cuando además de leer había que reseñar; cuando además de reseñar había que discutir; cuando además de discutir había que hacer opción. Y el escribir se habituó a la cotidianidad del quehacer existencial de la filosofía, de la historia, de la literatura, de las ciencias sociales, se habituó porque es directamente proporcional al placer de leer y de hablar acerca de lo leído y de lo escrito. Ahora que se hace el acercamiento al texto “¿Qué es una monografía”?, en “Escribir, leer y aprender en la universidad”, de Paula Carlino, pienso en la forma de la estructura y la reflexión formal de ella, quizá uso más que otros la hacen antes de escribir.
Probablemente con las estructuras textuales y argumentativas, en especial lo referente a una monografía, pasa lo mismo que sucedió cuando apareció la escritura QWERTY, que surgió como una manera de obstaculizar la escritura en las máquinas de escribir en el siglo XVIII y que pernocto en la noche de los tiempos hasta la de hoy en los computadores, dejando las letras de mayor uso al lado izquierdo del teclado con la intención de escribir más lento, hoy nadie refuta eso, aunque sea un anacronismo; unos, en su sano juicio, vaya uno a saber, crearon para escribir una estructura que sonaba lógica: Introducción (Ubicar al lector en lo que está por leer), Desarrollo (Sostener una idea a partir del análisis de un conjunto de textos), Conclusiones (Crear sensación de “cierre”, de trabajo acabado) y Bibliografía (Mostrar las fuentes). Desde mi quehacer pienso que buscaban no apartarse del racionalismo de las ciencias, que siempre intentan mostrar, comprobar. Eso coarta la creatividad. Ya la profesora Carlino lo expresa: “Estructuralmente, hay cierta unanimidad en pensar una monografía compuesta de introducción, desarrollo, conclusiones y referencias bibliográficas; el problema surge cuando los alumnos tratan de entender qué han de escribir en cada una de estas partes...” particularmente con relación al desarrollo. “Para los alumnos esto constituye una fuente de dificultad, porque no disponen de criterios para saber qué hacer en el cuerpo de la monografía con el conocimiento estudiado ni cómo escribir sobre éste”.
En principio, es inevitable no manifestar qué se debe hacer con la palabra al escribir una monografía, ya que ésta demanda “…alternar entre dos posiciones enunciativas: la exposición y la argumentación...” De suyo, al componer la monografía hay que exponer y hay que argumentar. Se expone al explicar qué han dicho los autores consultados y se argumenta cuando se defiende la tesis del escrito (postura/ idea/ respuesta al interrogante que da origen al trabajo). Entonces no necesariamente se necesita una estructura a la cual hay que seguir como inevitable para poder escribir, más libertad sería mejor, no he leído o escuchado en autor que siga una cuadrícula para hacerlo. El espíritu de la escritura y del pensamiento lleva a la estructura y no al revés.
Concedo que una monografía no es una trascripción de otros textos, es el pensamiento propio sobre un tópico determinado ayudado a discernir con los pensamientos de otros, pero siempre en palabras propias, eso ya implica un estructura y una organización de las ideas para que sea de fácil comprensión de los lectores o los oyentes; está claro que hay que conocer lo expositivo como lo argumentativo, como manera de posicionar las ideas y su reflexión, esto por cuanto la monografía, a diferencia de un examen, ésta destinada a desarrollar la capacidad de indagación de los estudiantes, esto no sólo en la etapa superior de la educación, sino en el proceso de aprendizaje y descubrimiento de niños y jóvenes, aunque sobre esto punto valdría hondar en un próximo escrito.


Jaime Daniel Bernal González.
Código 0945-5008-2007
Curso Pasantía o Artículo
Maestría 2ª Cohorte.
26 septiembre 2008

[1] Carlino, Paula, Escribir, leer y aprender en la universidad, Fondo de Cultura Económica, México, 2005. Pág. 39-42.
[2] Dios Maya de la escritura
[3] Dios Celta de la escritura. En su nombre se bendice a los amigos y se maldice a los enemigos.

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